Cómo vivir el duelo en la adolescencia

junio 25, 2021
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El proceso de duelo es un espacio de crecimiento personal, un espacio en donde luchamos entre lo que tenemos y lo que deseamos, entre la tristeza y la voluntad, entre la añoranza y la esperanza, cuando este se combina con la adolescencia puede que sea un reto para los padres, hermanos, abuelos o tíos, pero el mayor reto es el del propio adolescente.

Las reacciones ante el duelo, el adolescente por el nivel que desarrolla tanto en el aspecto cognitivo y de madurez socio-afectiva tienden a ser diferentes de lo que comúnmente se espera en momentos de tristeza y pérdida, puede que en algunos casos y con distintos niveles de severidad se pueda observar aislamiento social, desinterés, apatía  o hasta evitar y/o rechazar participar en los rituales funerarios, también en algunos casos más extremos, pero no tan frecuentes, pueden presentarse conductas riesgosas, entre algunas que se pueden observar: consumo de sustancias psicoactivas, autolesiones, o hasta pensamientos e intentos suicidas y que podrían confundirse con rebeldía e indiferencia (a excepción de los tres últimos que en cualquier ámbito se observaba más allá de la rebeldía), que para ciertos padres es algo a lo que están acostumbrados, sin embargo en ciertos casos de duelo están más asociados con la capacidad y madurez emocional para afrontar pérdidas afectivas significativas.

Cuando los niños entran en la adolescencia, empiezan a entender que todos los seres humanos finalmente mueren, independientemente de su categoría, su comportamiento, sus deseos o lo que sea que intenten hacer, por ende, es de suma importancia que los padres tengan acercamientos desde la infancia con temas relacionados con la muerte, puede que esto sea algo difícil, sin embargo hay que aclarar que no por la incapacidad de comprenderlo por parte de los niños, más allá, por la estigmatización y el temor de no saber qué decir o hacer por parte de los padres. ¡No tengan miedo! Que duelo del adolescente empieza desde si se abordaron estos temas cuando fueron niños, a continuación, propongo algunos ejemplos de donde poder hablar de temas de duelo y muerte en los infantes:

  • Cuando muere una mascota.
  • Cuando asisten al funeral de un conocido.
  • En películas infantiles.
  • Al secarse las plantas.

Para el adolescente la mejor forma de vivir el duelo es acompañado, como padres es importante darle su espacio, sin embargo, si se aísla totalmente puede ser una señal de alerta, llorar no tiene nada de malo así que háganle saber que no los juzgan o critican, y que, en el momento que ellos lo decidan no cuando los padres quieran, se permitan fluir emocionalmente, asegúrense que les están escuchando, ya que, puede solo estén oyendo (la diferencia radica en que al escuchar pones atención y comprendes).

Es importante no obligarlo a hablar de fe si no lo quiere, escuchen lo que dice quizá está enojado con Dios porque “se lo llevó” porque “de que sirvió que rezaran tanto si no sirvió de nada” está hablando desde su enojo, no respondan para discutir, más bien háganlo sentir escuchado, comprendido, traten de no imponer, sino de comprender. Es importante ser congruentes entre lo que les dicen a sus hijos en duelo y lo que hacen en su duelo, si los padres tiene que llorar háganlo, si tienen que aceptar no se encuentran en el mejor estado anímicamente háganlo, que se enseña con la palabra, pero también con el ejemplo, cuando les permiten a sus hijos adolescentes ver su lado más sensible ante la pérdida, le están diciendo con palabra y acción que ellos también pueden confiar en ustedes, la fortaleza radica no en aguantar, sino en dejar que los que te quieren te ayuden.

Pero, sobre todo, muéstrense empáticos, comprensivos y amorosos, y recuerden que los duelos no son para siempre, pero el amor si lo es.

 

Autor: Jonathan García Mezhua.

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