La muerte materna, uno de los momentos que todo ser humano teme, pero que inevitablemente llegará, para algunas personas es muy importante estar “preparados” para cuando eso suceda, sin embargo, es imposible estarlo en su totalidad, aún para los profesionales de la salud (médicos, psicólogos, enfermeros, tanatólogos etc.) esto es algo que se sale de las posibilidades, puesto que antes de ser profesionales son humanos.
No obstante, si es posible conocer y aplicar las debidas acciones y recomendaciones para cuando nos enfrentamos a un duelo anticipado, es decir, un duelo que se genera antes de la trascendencia del ser amado, pero qué, dadas ciertas características como la edad, enfermedades y antecedentes de estas sabemos puede suceder con altas probabilidades. Si bien, el duelo anticipado produce ansiedad y preocupación sobre lo que sucederá, si se trabaja adecuadamente a la larga es probable sea una de las mayores herramientas para la sanación y resignificación del duelo, ahora bien, entendamos que es difícil que todos pasen por un duelo anticipado, puesto que también hay muertes accidentales, de tránsito, por homicidio, imprudenciales etc. Y es en este tipo de fallecimiento en donde se pueden complicar las cosas, puesto que es inesperado, en caso de no haber estado en buenos términos con su mamá, esa discusión, ese malentendido es el que provocará ansiedad, culpabilidad y desequilibrio emocional, además del dolor de perder a un ser amado.
► Por ende, se hacen las siguientes recomendaciones:
► Si hay dificultades en la relación con la figura materna, intenten acercarse a ellas, intenten dialogar, recuerden que, es mejor otorgar un perdón en vida, si las cosas sin irreparables, al menos que no quede en ustedes.
► Invierte tiempo de calidad en ella, trata de regalarle tu atención, tu tiempo, tus ganas, proponte no mirar el celular mientras visitas a tu madre, regálale esas flores que le gustan, esa comida que le encanta, coméntale lo hermosa que se ve con ese vestido o que le queda muy bien su nuevo corte de pelo.
► Si viven lejos, y les resulta difícil estar en contacto con su madre, utilicemos las herramientas tecnológicas, una llamada, un cómo estás, un mensaje no tan solo en eventos importantes les hace muy feliz. Apoya a sus cuidadores que se encuentren cerca, ya sean hermanos, primos, tíos, padre etc. Ya que, aunque se encuentren en la distancia no dejan de tener responsabilidades.
► Si su madre se encuentra enferma, denle todos los ánimos, estén en constante comunicación con ella, traten de no discutir delante cuando esté presente.
► No tan solo en momentos complicados, sino mucho antes, en cualquier punto de la vida, es importante preguntarles ¿qué quieres hacer en dado caso que suceda esto? Con base en sus antecedentes, hay familias con tendencia cardiaca, diabéticos, Alzheimer, enfermedades degenerativas como cáncer, demencia senil etc. ¿Quieres que en caso de que estés sufriendo, continuar, o deseas descansas? ¿Quieres que te intuben si llega a pasar algo en algún momento? Y también, podemos aprovechar el tiempo para dar nuestra opinión ante esto, que es lo que queremos, y, ante todo, quitarse ese estigma de que se está llamando a la muerte cuando no es así.
Recuerden que lo más importe es quedarnos con los buenos momentos, agradecer de corazón a mamá, y cuando haya partido, dejen trabajar el duelo, dejen salir y fluir la emocionalidad porque al hablar de las madres no se llora de tristeza, se llora de amor.
Autor: Psic Jonathan García Mezhua.
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