¿Cómo decirles a los niños que sus padres se separan?

febrero 10, 2023
Una ruptura amorosa constituye una situación que por sí misma puede originar estrés, sentimientos de culpa, remordimientos, tristeza profunda y demás efectos adversos a causa de romper la vida en común. Si dicha vida incluye además niños, existe una nueva dificultad que es ¿cómo decirle que sus padres se separan? ¿Habrá un modo de hacerlo “fácil?”.

Existen algunos aspectos a considerar que pueden servir a modo de lineamientos en esta situación, sin embargo, es necesario contemplar en todo momento que la guía más importante siempre deberá ser la manera de ser del menor (su personalidad) así como la edad y la relación con sus padres hasta el momento, pues de ello dependerán las circunstancias en las que se le informe al menor, el lenguaje utilizado y la reacción que pudiera tener (incluyendo una aparente ausencia de reacción).

 El primer aspecto a tener en cuenta es aclarar del modo más conciso y honesto posible que la ruptura de la relación de pareja se trata de algo completamente ajeno al menor, ya que cuanto más pequeños es más probable que interpreten lo que pasó como algo de lo que ellos pueden tener la culpa, debido al “pensamiento egocéntrico infantil” que de acuerdo con Jean Piaget (1923) consiste en el modo en que “al hablar, el niño no trata de entender el punto de vista de quien lo escucha. El pequeño ve la realidad a través de su propia óptica, sin tomar conciencia de ello.”

De acuerdo con el mismo autor, es entre los 2 y los 3 años de edad que el infante se encuentra desarrollando su capacidad de apreciar el punto de vista de otros y ser consciente de las limitaciones de su propia perspectiva, de allí la importancia de no forzar ideas como “papá/mamá es malo/a” o “papá/mamá nos traicionó” pues este tipo de frases pueden suscitar el pensamiento secundario de que la relación con el niño también ha sido dañada y a partir de allí surgir temores, enojo, etc.

Y si bien existen circunstancias que, desde un punto de vista moral, pueden hacer que la decisión de mantener el contacto con la pareja debido a un hijo en común resulte cuando menos difícil, como adultos responsables de su desarrollo es necesario priorizar el bienestar de su infancia y brindar la oportunidad de una relación armoniosa y funcional con acuerdos entre adultos que permitan separar la vida en pareja (y los motivos que llevaron a su término) de la responsabilidad parental.

Estar listos para que el menor reaccione con enojo, con tristeza, inseguridad, desconfianza e incluso indiferencia es lo que corresponde como padres, hay que permitir que los niños sean niños y esto implica ser conscientes de que se encuentran aprendiendo aún cómo es el mundo y qué tan complejo puede ser, es responsabilidad de los adultos a cargo entender las necesidades que surjan de esta circunstancia y aprender de la mano de profesionales incluso, pues tan difícil como sea para los adultos se trata de un suceso que requiere atención, paciencia, flexibilidad y la voluntad para hacer adecuaciones en pro del bienestar de los niños.

Para ello, puede ser necesario establecer de antemano entre progenitores cuáles son los límites en la información que se va a proporcionar para poder permitir que el niño realice preguntas y exprese libremente sus inquietudes ante la nueva situación, que tenga la confianza de que a la par que se mantendrán ciertas normas, se permitirá cierta apertura para que viva del mejor modo posible su duelo, de modo que al comunicar las nuevas circunstancias de vida es menester garantizar que independientemente de la relación afectiva entre adultos, el vínculo padre-hijo y madre-hijo no se verá afectado.

Psi. Adriana Aramis Rosete Viveros


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