Mitos y realidades del suicidio

septiembre 2, 2022
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El suicidio se define como la acción de privación de la vida por voluntad propia, va desde el simple hecho de pensarlo, lo que llamamos ideación suicida, hasta un plan más elaborado culminando con dicho acto.

Su prevalencia ha ido aumentando con el paso de los años, según Gutiérrez Contreras, Orozco y Rosselli (2006) en su artículo El suicidio, conceptos actuales, en el año 2000 se suicidaron más de un millón de personas en todo el mundo, se ha observado además que esto aumenta con la edad de las personas. Es multifactorial, no obstante, es común en personas que padecen el trastorno de Depresión Mayor.

Es un proceso que tiende a escalar, iniciando a partir de pensamientos acerca de atentar contra la vida, seguido de los primeros intentos de llevar a cabo un acto suicida, incrementando gradualmente la mortalidad de los mismos, para culminar en la muerte del individuo.

Dentro de los factores de riesgo más comunes se encuentran; Alguna perdida reciente (por el trascender, divorcio, separación, material, de la salud, etc.), inestabilidad familiar, trastornos afectivos, ansiedad, esquizofrenia, bipolaridad (tipo 1 o 2), alcoholismo, drogadicción, trastorno de la personalidad antisocial, enfermedades incapacitantes, dolorosas o en etapas terminales, entre otros.

Hay muchas creencias e ideas dentro de los prejuicios que la sociedad tiene ante dicho acto, en ocasiones van desde el miedo ejercido por la religión o el contexto en sí. Si bien sigue siendo un tema tabú y un secreto en algunas familias, hoy en día se tiene un nuevo cuidado de la salud mental de las personas.

Según la Confederación Salud Mental en España (2018) algunos de los mitos más comunes que se tienen son; que se realiza para llamar la atención, que la persona que atenta contra su vida no avisa, que o son egoístas, cobardes o valientes, que los medios de comunicación al hablar acerca de esto motivan a que se lleve a cabo y que no se puede prevenir.

Cuando la realidad es otra, pues partiendo sobre cada uno de estos mitos, lejos de ser un acto para llamar la atención, es una manifestación del sufrimiento y la desesperanza que siente la persona, pues mediante acciones, palabras y actitudes el ser humano en ocasiones busca el auxilio de los que le rodean, mediante la difusión de información responsable se puede ayudar a prevenirlo, primeramente, validando y acompañando a las personas que se sienten de esta forma.

Es trabajo de cada uno de nosotros el ser responsables de nuestras acciones, actitudes, pensamientos y palabras que decimos ante los demás, pues al minimizar el dolor ajeno podemos estar reforzando estas ideas en aquellas personas que han pensado en cometerlo.

Muchas de las acciones que podemos hacer para apoyar a nuestros seres queridos que están pasando por momentos difíciles es hacerles saber que no están solos, (siempre de manera no intrusiva), acompañándoles, demostrando con acciones el amor que se les tiene y lo valiosos que son, no invalidando su dolor independientemente dela causante del mismo y evitando decir frases como “échale ganas”, “el tiempo lo cura todo”, “estás exagerando hay gente que la tiene peor”.

Recuerden que no están solos y que no está mal pedir ayuda si se necesita, tanto de la familia como de grupos de apoyo externos y acompañamiento de profesionales del área de la salud.

Psic. María Isabel Rivera García

Referencias

Gutiérrez, A., Contreras, C., Orozco R., Rosselli, C., (2006) El suicidio, conceptos actuales, Salud Mental, vol. 29, núm. 5, septiembre-octubre, 2006, pp. 66-74. Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/582/58229510.pdf

Confederación Salud Mental España, (2018) Mitos y realidades sobre el suicidio. Recuperado de: https://consaludmental.org/sala-de-prensa/mitos-realidades-suicidio/

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