Hablemos del suicidio

septiembre 8, 2023
De acuerdo con informes de instituciones como la Organización Mundial de la Salud, existe una problemática de salud que se ve mayoritariamente ignorada por la población general, pese a que año con año su incidencia aumenta, se trata del acto suicida que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), dentro de la población mexicana se reporta como la cuarta causa de muerte en adolescentes.

A pesar de que la estadística pone de manifiesto un incremento en el número de personas que deciden atentar contra su vida año con año y de que dichas cifras se encuentran al alcance del dominio público, como sociedad ha existido una renuencia a hablar del tema, relegándose por medio de una serie de creencias condenatorias en torno al suicidio y al suicida como algo “desviado” o una “enfermedad” que compete únicamente a los profesionales de la salud cuando en realidad compete a todos.

Una de las características del acto suicida es que nadie se encuentra exento de desarrollar ideas y sentimientos que lleven a ello, personas de cualquier grupo de edad, nacionalidad, religión, y en cualquier nivel socioeconómico pueden presentar la desesperanza que se encuentra asociada con este acto, y es por ello que se vuelve importante hablar de manera abierta, con respeto y profesionalismo, sin estigmas que impidan o dificulten visibilizar a la persona que se encuentra detrás de la desesperanza, detrás de la incapacidad de disfrutar o de la sensación de vacío.

El atentar contra la propia vida o el albergar en primer lugar siquiera la idea o la intención de acabar con la vida propia es algo que para la mayoría resulta inconcebible, pues desde el pensamiento grupal del colectivo social se impulsa la idea del “instinto de supervivencia” y se acepta como norma que todos y cada uno de los seres humanos que se agrupan en el mismo tiempo y espacio físico han de mantenerse siempre pensando en su supervivencia, por lo que todo lo que atente contra este “instinto” en anormal y por ende pone en peligro el orden colectivo.

De modo que cuando alguien sale de lo previamente establecido (en ocasiones incluso por generaciones enteras) y se desvía de lo que en su entorno es considerado como la norma, no debe extrañar que aquellos alrededor condenen, castiguen y juzguen aquello que de manera automática es considerado erróneo, incluso si se trata de algo que legalmente no conlleva repercusión alguna el juicio moral no tarde en hacerse presente ya no únicamente dirigido a la persona suicida sino también hacia sus seres cercanos.

Es a consecuencia del prejuicio que familiares y amigos suelen encontrarse con sentimientos de vergüenza, culpa irracional, frustración e incluso rencor, todo ello derivado de una percepción errónea de lo sucedido que es impulsada por el estigma social que aún rodea a quienes cometen suicidio, frases como: “Es un cobarde” “Debió ser muy valiente” “¿Por qué nadie hizo nada?” “¿Cómo no lo notaron?”, por mencionar algunas de las más comunes que suelen dificultar a los individuos el transitar por un proceso de duelo saludable, viéndose incapaces de aceptar en primer lugar lo acontecido, o haciendo que su percepción de los hechos se vea empañada.

Y si bien es posible que algunos de los comentarios anteriormente mencionados se deriven de una preocupación genuina o se enuncien desde el desconocimiento, es de suma importancia qué tipo de conversaciones se generan en torno al suicidio y cuál es la postura que se está adoptando, no se trata tampoco de hablar por llenar un espacio vacío ni mucho menos de hablar desde el desconocimiento. Se trata de visibilizar y de hacer todo lo posible por prevenir y ayudar a las familias que se encuentran pasando por este tipo de pérdida.

Hablar desde la empatía y estar dispuestos a escuchar a quienes se encuentran viviendo con la sensación de que quizás nada tiene sentido o que se están quedando sin opciones, representa un paso en pro de la prevención, de borrar el miedo al rechazo o al prejuicio para darle paso a la comunicación, que si bien el tema es complejo y requiere que se tomen en cuenta múltiples aspectos de la vida personal, es posible trabajar en la prevención si nos concientizamos como sociedad y como individuos.

Psi. Adriana Aramis Rosete Viveros

Referencias:

Instituto Nacional de Estadística y Geografía.  (2022) Comunicado de prensa número 503. Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2022/EAP_SUICIDIOS22.pdf

Universidad Nacional Autónoma de México. (2022) Aumentan suicidios en México. Recuperado de: https://unamglobal.unam.mx/global_revista/aumentan-suicidios-en-mexico/


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