El ser productivos en el ámbito laboral es algo que genera satisfacción, que se reconozca el desempeño y el arduo trabajo que se realiza, es necesario para obtener una retroalimentación sobre la responsabilidad y la manera en que se labora.
De esta forma, la jubilación puede ser vista como algo negativo en la vida, pues significa que ha llegado el momento de retirarse de un lugar donde probablemente se permaneció por un largo periodo de tiempo. Implica modificar la rutina y el dejar de ver a las y los compañeros con los que se convivió por años.
Erikson (1950) nos habla acerca de los estadios psicosociales del ser humano, abarcando desde edades tempranas de los 0 a 18 meses aproximadamente, culminando con edades avanzadas como los 60 años o más. En esta ocasión nos centraremos en esa última etapa, “Integridad del yo vs la desesperación”, esta ocurre en la jubilación, cuando la persona es menos productiva que antes, todo esto ocasionado por los cambios que ha experimentado su cuerpo, su mente y su contexto. Tiene que enfrentarse a nuevos retos, duelos de perdidas materiales, de amistades, de familia, entre otros.
Es probable que la persona que esté viviendo este duelo se sienta frustrada, triste o molesta, pues, pudiera estar presentando pensamientos sobre ser una carga, no ser autosuficiente y representar un problema para sus familiares, debido a que es también un momento donde más vulnerabilidad presentan los adultos mayores, ya que no solo enfrentan la perdida de su rutina laboral, sino quizá también paso a paso sea observable como su autonomía no es la misma, por lo que necesiten ayuda para realizar actividades como vestirse, alimentarse, bañarse entre otras que antes podían realizar por su cuenta.
Los cambios son inevitables, es por esto que progresivamente y paulatinamente se debe introducir estos temas a la comunidad adulta mayor, pues son importantes, sus sentimientos y emociones son válidos. Es por esto que es relevante que se les reconozca a los abuelitos que siguen aportando y que son sumamente valiosos.
La jubilación no debe ser vista como algo malo o que significa que no se es funcional, sino como lo que es un descanso de una vida laboral donde se aportó tanto con sabiduría, esfuerzo y productividad durante mucho tiempo, por lo que, todo trabajo merece dicho reconocimiento proporcionando el descanso que se merece, para poder realizar otras actividades que en su tiempo se olvidaron o que por muchos factores no se pudieron hacer.
La familia funge un papel primordial en el proceso de adaptación a esta nueva realidad, no obstante, no es malo pedir ayuda profesional si es que se necesita, esto no significa debilidad, al contrario, se necesita de mucha valentía y fuerza el reconocer que no se puede realizar algo solo, por lo que les invitamos a sumar a sus procesos, en caso de ser necesario, ese acompañamiento de algún profesional en el área de la salud.
Desde el amor y el cariño, se puede orientar y acompañar, no olvidemos que nuestros abuelitos también merecen eso, la paciencia y el ser asertivos apoyaran mucho este proceso por el que se vive, cada etapa significa un duelo, pero no necesariamente se debe vivir con dolor.
Psic. María Isabel Rivera García
Referencias
Regader, B. (2015) La teoría del Desarrollo Psicosocial de Erik Erikson. Psicología y mente. Recuperado de https://psicologiaymente.com/desarrollo/teoria-del-desarrollo-psicosocial-erikson
Alpízar, I. (2011) Jubilación y calidad de vida en la edad adulta mayor. Universidad Nacional, Costa Rica. Vol. 31, N°42, ISSN: 1409-3928. Recuperado de: file:///Users/marisarivera/Downloads/DialnetJubilacionYCalidadDeVidaEnLaEdadAdultaMayor-4792283.pdf
Deja una respuesta
You must be logged in to post a comment.