Duelo por abandono paterno

junio 17, 2022
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Si bien cada familia es distinta, como sociedad existe una imagen preconcebida de “cómo debe ser” una familia cuyo estereotipo dicta la existencia de mamá y papá como pilares fundamentales; sin embargo, de acuerdo con los datos recolectados por el Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI) en 2021 “El padre está ausente en cuatro de cada 10 hogares, esto significa que en 11.4 millones de hogares falta el padre.”

Por ello no resulta extraño encontrar opiniones divididas acerca de la paternidad y la figura paterna en sí mismas, y si bien el INEGI no provee información sobre las distintas variables que llevan a la ausencia de papá en el núcleo familiar, culturalmente se ha asimilado “la falta de responsabilidad de los hombres en el proceso de desarrollo de sus descendientes aún después de una separación” (Lagunes, M., 2022) como un fenómeno frecuente en la sociedad mexicana, siendo el abandono paterno una de sus manifestaciones.

Las repercusiones de este fenómeno son tan diversas como sus causas, sin embargo, en lo concerniente a los hijos uno de los efectos que suele omitirse tanto por parte de la sociedad como de las familias (e incluso en ocasiones por parte de los mismos hijos) es el duelo que desencadena esta circunstancia, mismo que de no ser atendido puede constituir un factor de riesgo en el desarrollo de niños y adolescentes.

Una de las particularidades de este duelo es la noción de que “hace falta” la atención y el cariño que papá no pudo proporcionar, con lo que se crea una necesidad que la familia “es incapaz” de cubrir y suelen producirse sentimientos de inadecuación, frustración, impotencia, entre otros en los hijos que son señalados como carentes de, transmitiendo como una carga las decisiones del adulto que no está, creando con ello un estigma social que marca el desarrollo y la psique del individuo, el término abandono pasa a formar parte de su identidad y ser usado como un adjetivo calificativo, le es otorgado poder sobre la identidad de un individuo que además de atravesar el duelo que puede traer consigo la situación también puede desarrollar un duelo intrapersonal ante los constantes recordatorios de que más que un ser humano, se trata de alguien a quien han dejado, indigno de recibir amor y cuidados paternos, y es esta condición la que puede volver insano lo que debería ser un proceso natural.

Tanto como familiares como sociedad es importante redirigir el centro de atención hacia la figura paterna, su importancia e influencia positiva en el núcleo familiar y el desarrollo humano, hablar de figura paterna es reconocer que lo que vuelve a una persona el padre de otro ser humano, va más allá de haber sido quien hizo posible su existencia, se trata de tiempo de calidad, participar desde el interés, formar parte de la vida misma, educar, apoyar, cuidar y sobre todas las cosas amar saludablemente. La figura paterna merece el reconocimiento como padre, porque lo que verdaderamente importa son las acciones y los sentimientos como padre e hijo, la realidad es que si nos lo permitimos seremos capaces de reconocer cuánto amor de papá, interés y validación tenemos en nuestras vidas.

 

Psi. Adriana Aramis Rosete Viveros

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