Duelo por pérdida de papá

junio 4, 2021
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El duelo, independientemente de la edad en que ocurra, afecta de manera directa a la persona que pierde a un ser amado, perder a un padre es uno de los duelos más difíciles que se pueden vivir, entre los factores importantes que afectan de manera directa el duelo, su intensidad, su duración y sus manifestaciones están: el tipo de relación y de apego entre la persona trascendida y el doliente, mientras más cercana sea la relación, mientras más afecto, más vivencias haya entre padre e hijo la reacción ante duelo será mayor, es muy importante no considerar esto como algo

malo, como algo malo, ya que, no es sano pensar “para que no me duela cuanto te vayas, mejor me alejo” Pablo Neruda, poeta chileno retrato en su poema “Farewell” este pensamiento, en la estrofa que dice “Para que nada nos separe que nada nos una” Sin embargo, pagar un precio tan alto por no sentir, no es algo saludable. El tipo de muerte mientras más joven e inesperada causa más malestar, cuando hay una enfermedad o un deterioro paulatino hay un poco más de tiempo para despedirse, perdonarse en general arreglar las cosas, también se encuentra el factor problemas en la relación cuantos más problemas no resueltos, malos entendidos o rencores perciba el doliente que no pudieron resolverse, mayor sentimiento de culpa se puede sentir.

En general, los duelos son inevitables, justos y necesarios para el sano desarrollo, resignificación y sanación de la pérdida, si papá se ha ido, ha trascendido recuérdenlo con amor, recuérdenlo con cariño, es imposible no llorar sentir el malestar emocional que la ausencia nos provoca, cuando se quedan con todo eso y no permiten expresar sus emociones, simplemente se están ahogando, es cuestión solo de tiempo para que se explote emocionalmente por “ser fuertes” por “aguantar”, y lo más difícil de la situación es que no explotamos solos, como un Kamikaze japonés, una explosión individual repercute en otros, en este caso, en la familia.

Perder a papá no es quedarse huérfanos, él seguirá viviendo a través de las enseñanzas, a través de los valores y de lo transmitido y aprendido, la verdadera pérdida se da cuando se hace en vida, se da cuando no se les visita, cuando se les olvida, ¿no es acaso más difícil perder a alguien en la vida que en la muerte? Por acciones propias, por falta de interés, por perdones no otorgados muchas veces los padres se nos van de las menos y no nos damos cuenta.

Siempre se está a tiempo, en todo momento si así se quiere se está a tiempo, acérquense, ámense, perdónense, siempre se está a tiempo, y si este ya ha pasado, entonces trabajen con esa sensación de culpa, de malestar, no la escondan y lloren todo lo que se tenga que llorar. Recuerden que el amor de un padre rompe los espacios físicos temporales, porque aún en su trascendencia les sigue enseñando, en sus consejos, en sus anécdotas, en su amor.

Autor: Psic. Jonathan García Mezhua.

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