Duelo por pérdida de los abuelos

julio 23, 2021
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Los abuelos muchas veces se convierten en los segundos padres, o en su defecto, son padres, que educan, crían y acompañan a los nietos con lo mejor que tienen; durante toda la existencia del ser humano, se ha enseñado los “pasos” que todo ser viviente sigue “naces, creces te reproduces y mueres” aunque, mucho de eso ha cambiado, no lo ha sido el pensamiento siguiente: muerte: a personas mayores, se piensa vagamente en algunas ocasiones “cuando sea grande y me toque morir” “ya cuando haya disfrutado y sea mi hora” pero, la realidad dista mucho de esta creencia, la muerte no observa edad, condición social, poder adquisitivo, nacionalidad o género, todos pueden morir esa es la realidad, pero, además de las personas cercanas al final de la vida, las personas de la tercera edad, y por ende la mayoría de los abuelos lo saben, y por consiguiente nosotros lo sabemos, y esto nos lleva a dos preguntas ¿cómo?, y ¿cuándo?.

Nadie puede responder esas preguntas, y el pensarlas puede ocasionarles miedo y ansiedad, la trascendencia de los abuelos dejará un vacío que no se puede negar, sin embargo, si se vive con ese pensamiento constante será difícil centrarse en el aquí y ahora, toda la preocupación, tristeza y miedo del mundo no pueden cambiar el pasado, pero, gestionarlas de la mejor manera hará que mi ahora me dé un mejor futuro. Cuando sea el momento dolerá, cuando llegue el tiempo lloraran, pero, si están con ustedes en el presente, la mejor de las soluciones es disfrutar tiempo de calidad mutuamente, escuchar sus historias, aunque ya las hayan contado miles de veces, los abuelos son sabiduría, inteligencia, son esfuerzo combinado con un rico café y comida milenaria, se ven patrones en blanco y negro, pero siempre llega el color, los abuelos son eternos porque eterno es el recuerdo.

Al trascender, deja un dolor indescriptible, regresar a la casa de los abuelos se vuelve difícil y las reuniones familiares no vuelven a ser las mismas, la tristeza invade por un tiempo es cierto, y aunque parezca a veces que no tiene fin, pasará, porque su amor es más grande que su tristeza

Lo primero que aparece en muchas de las ocasiones es un duelo anticipado quiere decir que en algún momento ya sea que estén enfermos o simplemente estén grandes de edad, los integrantes de la familia piensan de una u otra forma que el momento de partir está cerca, a veces aparece una posible culpa al pensar “¿será está la última navidad con mis abuelos?” “¿logrará vivir para ver cuando me case?” “¿es el último cumpleaños que pasó con ellos?”, es normal pensar en estas cuestiones, ya que el duelo anticipado hace su trabajo, incluso imaginar el homenaje o velación.

Al trascender, dependiendo de las causas de muerte, ya que, si es accidental, violenta, accidente de tránsito, suicidio, o violenta, se vuelca más complicado por lo traumático de la pérdida aunado a la pérdida misma, en comparación a la muerte esperada por enfermedad, en donde incluso, la familia puede despedirse, agradecer y brindar tiempo de calidad a su ser amado, aunque para los cuidadores primarios resulte agotador tanto físico como mentalmente. Aparece el no creer el hecho de una u otra forma, la negación se hace presente, este mecanismo psicológico que forma barreras emocionales naturales en momentos cumbre, la ira y tristeza no se hacen esperar, lo importante es no desquitarse con familiares o amigos, y poder gestionar las emociones y sentimientos que vayan sintiendo, aceptarlos, llorar, gritar, escribir, son parte del proceso, aunque los gritos vuelquen el ambiente tenso y hasta incómodo, esto no significa que está mal, no dañan a nadie, la cuestión es que las demás personas cercanas, sienten la responsabilidad de “controlar la situación” y comúnmente terminan reprimiendo la emocionalidad, dejar que pase el momento, cuidando que no se caigan, tropiecen o golpeen accidentalmente con algo.

Posteriormente viene la negociación del proceso de duelo, el negociar estar bien, a través de las redes de apoyo para llegar a la aceptación. Sentir y vivir cada etapa del proceso es lo ideal, los abuelos forman parte fundamental del ser humano, y como se mencionó anteriormente, son eternos porque no se les olvidan.

Autor: Psic. Jonathan García Mezhua.

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