Dejar ir a nuestro padre con amor

junio 11, 2021
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A todos los seres humanos, tarde o temprano en la vida, nos llega el momento de nuestra partida, y en verdad lo tenemos más que asumido, o al menos deberíamos tenerlo. Lo que parece que no tenemos tan contemplado es el fallecimiento de nuestro padre, puesto que, junto a nuestra madre, es la persona que nos ha dado la vida, y con la que más tiempo hemos pasado a lo largo de nuestros días, no importando si ha sido tiempo de calidad.

No hay duda de que la muerte de un padre es un momento muy complicado, triste y doloroso, que en función de cada persona variará la forma en como afrontamos el duelo por la pérdida, y que lógicamente, no se va de la noche a la mañana. De hecho, es muy importante remarcar que el duelo no se supera, se resignifica.

Pero esto, lejos de ser un problema, debe ser un motivo para quedarte con los buenos recuerdos y seguir adelante con fuerza y determinación. Debes ser consciente de que vas a estar triste, de que vas a pasar por momentos complicados, y de que habrá días en los que no podrás evitar que broten las lágrimas, pero cuanto antes asumas la pérdida y aprendas a vivir sin la persona fallecida, será mucho más sanador para ti.

En cualquier caso, a la hora de resignificar la muerte de un padre, las prisas no son buenas compañeras, y son diferentes los estudios que han demostrado que, los primeros 3 meses tras la pérdida pueden ser los más complicados.

Y aunque no existen fórmulas mágicas que ayuden a superar la pérdida, a continuación, quiero compartir contigo una serie de recomendaciones que te pueden ser de gran ayuda, o al menos eso espero.

Tómate el tiempo que necesites.

Como ya he comentado, la prisa no es buena compañera a la hora de resignificar el fallecimiento de un padre, por ello es importante que te tomes el tiempo necesario para ello.

Es importante que no trates de acelerar la transición por las etapas de duelo, y mucho menos que hagas como si no hubiera ocurrido, porque obviamente no es así.

Deberás mantenerle en tus recuerdos, quedarte con los buenos momentos, y mirar siempre hacia adelante. No olvides que, aunque tu padre ya no esté, la vida continúa y el puede seguir siendo parte de ella simbólicamente hablando.

Comparte tus sentimientos.

Reprimir los sentimientos y actuar como si ya estuvieras recuperado, o como si la pérdida no te hubiera afectado, es una de las peores cosas que se pueden hacer. Especialmente cuando se trata del fallecimiento de una persona tan cercana como un padre.

Ahora más que nunca es cuando debes apoyarte en tus seres queridos, compartir con ellos tus sentimientos y dejarte ayudar. Una de las mejores medicinas es ser escuchado y desahogarte. Y si lo crees necesario, no dudes en recurrir a ayuda profesional con nuestros expertos en duelo.

Si tienes la necesidad de hablar del tema, busca esa persona que esté dispuesta a ayudarte y exprésale cómo te sientes. No hay nada como la ayuda de un ser querido o algún profesional para recuperarte de estos momentos tan dolorosos.

Preserva su recuerdo.

Que tu padre se haya ido no significa que tengas que olvidarle, sino todo lo contrario. Es importante que preserves su recuerdo y que te quedes con lo bueno que hayan vivido juntos.

Haz aquello que no pudiste realizar con él.

Si tu padre tenía el sueño de hacer algo contigo que no tuvo la oportunidad de cumplir, como viajar a algún destino concreto, realizar una maratón, acudir a un concierto de su grupo de música favorito o cualquier otra actividad, quizá sea el momento de que lo hagas en honor a él.

Será una excelente ocasión para reflexionar, para recordar algunos de los mejores momentos que vivieron juntos y también para llorar. Porque llorar, a veces es la mejor medicina y nos ayuda a soltar y dejar ir el dolor por la ausencia de ese ser especial.

De modo que, si tu padre ha fallecido, va a ser un momento doloroso, muy doloroso, pero con una buena actitud, conseguirás resignificarlo, manteniéndolo siempre contigo. Espero que estas recomendaciones te hayan sido de gran ayuda y si requieres el apoyo de nuestra Unidad de Asistencia Tanatológica acércate a nosotros, estamos para ayudarte.

 

Autor: Psic. Edwin Rivera Uscanga

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