¿Por qué se generan las crisis? (existenciales)

marzo 1, 2024
Es posible definir a una crisis como todo aquel suceso que sobrepasa las capacidades que tiene un individuo para adaptarse a lo que le ocurre, y en el caso de las crisis existenciales éstas pueden ser definidas como el cambio de un estado de bienestar general a un estado de constante insatisfacción con la situación de vida del presente.

Es decir, una crisis existencial se genera a partir de la percepción que tiene un individuo acerca de su propia vida, derivado de las propias expectativas que se tengan: logros académicos, familiares, laborales e incluso espirituales son algunos de los aspectos que pueden influenciar la aparición de un momento de crisis.

Sin embargo, es importante reconocer que se trata de un suceso que es, hasta cierto punto, una eventualidad, un aspecto pasajero de la vida cotidiana que pudiera estar derivado de varios factores: sentir que no se cuenta con suficientes logros, tener una rutina que no permite espacios recreativos a solas o tiempo de calidad con los seres queridos, la presencia de eventos que han hecho que se pospongan o cancelen planes a futuro, etc.

El sentimiento de insatisfacción con la propia vida puede ser pasajero en la medida que se tome consciencia de cuáles son aquellas circunstancias que efectivamente no pueden cambiarse y cuáles son aquellas que, en cambio, pueden ser modificadas para establecer nuevas ideas, nuevas metas o nuevas circunstancia que se encuentren más alineadas con los ideales y sueños personales.

Además de esto puede ser de utilidad reconocer que la crisis se trata de una eventualidad que no es única: a una gran cantidad de la población le llega por lo menos un momento de crisis existencial a lo largo de su vida, por lo que abrir la mirada a un panorama más amplio y entender que muy probablemente no seamos la única persona atravesando una crisis puede brindar alivio.

Si la mayoría experimenta sentimientos y pensamientos similares esto puede proveer un sentido de “normalidad” que por sí mismo disminuya la incertidumbre y la insatisfacción al permitir que los individuos dejen de verse a sí mismos como víctimas desesperanzadas de sus circunstancias y en su lugar se reconozcan como responsables de su propio bienestar, con la capacidad de alterar el presente y por ende, también el futuro.

Reconocer que así como existen circunstancias que escapan a nuestro control también existe potencial en lugares, personas y habilidades que seguramente no se estén desarrollando o explotando, para ello es necesario establecer qué criterios rigen la vida (ideales, valores, metas, etc.) y de ese modo sea posible empezar a tramar un panorama que sea el punto de partida hacia lo que se quiere conseguir, conscientes de que es necesario hacernos responsables de nuestros actos.