Hablemos sobre las preguntas sin respuesta ¿Por qué nosotros?

diciembre 1, 2023

El duelo perinatal es la reacción emocional que aparece en aquellos padres que han perdido a su bebé en el embarazo, el parto o durante las primeras semanas de vida del recién nacido. El duelo perinatal es experimentado por muchas familias y como todo duelo, causa una gran angustia emocional y conmoción.

Durante el proceso del duelo perinatal, algunas de las personas afectadas suelen lidiar con el dolor en su propia intimidad y a veces sienten que la sociedad general no reconoce abiertamente este sufrimiento, generando diversas situaciones en cuestión de lo sucedido, las cuales son las relaciones familiares, que muchas veces pueden llegar cuestionar sobre el cuidado en vez de ser una red de apoyo, otra situación es la que va relacionado con la parte económica, ya que antes y durante la situación pudieron suscitarse diversos gastos que en gran medida iban generando una carga emocional a la pareja. (en dado caso los padres que vivieron la perdida sean de escasos recursos), haciendo que se aíslen más en el malestar que genera la terrible pérdida.

En el duelo perinatal, es común que se lleguen a generar lo que se conoce como preguntas sin respuestas, las cuales llegan a ser abrumadoras y dolorosas.

Las madres y padres que han perdido a un bebé pueden encontrarse con una serie de interrogantes difíciles de comprender:

  1. ¿Por qué ha muerto mi bebé?
  2. ¿Se podía haber evitado?
  3. ¿Qué ha pasado?
  4. ¿Qué es lo que ha ido mal?
  5. ¿Qué ha fallado?
  6. ¿Quién ha fallado?
  7. ¿Por qué el resto vive y el mío no?
  8. ¿En qué hemos fallado?
  9. ¿Por qué ella y no yo?
  10. ¿Por qué tenía que ser él?
  11. Esto no es un sueño, mi hijo ha muerto…  Quizá sea un sueño y al despertar mi niña vive… ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
  12. “Estoy enloqueciendo, mi cabeza ya sabe que no tengo la culpa pero me siento culpable; sueño con él; siento un gran vacío, mis brazos están vacíos; a veces escucho su llanto, como si estuviese viva; me siento sola, me siento solo; necesito aislarme, el entorno me hace daño.
  13. “¿Quién soy yo ahora? ¿Cómo quiero vivir? ¿Qué sentido tiene la vida para mí? ¿Qué lugar tenemos sin este hijo?

Estas preguntas son naturales y reflejan el profundo dolor y la búsqueda de sentido en medio de la pérdida. Sin embargo, no siempre hay respuestas claras o satisfactorias, lo que puede aumentar la angustia, la confusión, la rabia, la culpa y como se mencionaba anteriormente, el aislamiento de los padres.

La culpa puede llegar a ser lo más presentado en estas situaciones, ya que los padres se estancan en pensamientos de que pudieron haber hecho más ¿?

Por eso, es de suma importancia el poder brindarles apoyo emocional y psicológico, además de intentar comprender a quienes atraviesan por este difícil camino, la manera más fácil es permitiéndoles expresar sus emociones y encontrar formas de sanar. También es recomendable buscar ayuda profesional cuando sea necesario, ya que existen recursos y programas especializados en el acompañamiento al duelo perinatal.

Algunas de las herramientas que permiten podre sobrellevar estas etapas de duelo pueden ser:

Comunicación Es el mejor instrumento terapéutico. Recuerda que nuestro cuerpo también habla. La comunicación es una ciencia que no se debe improvisar, debemos tener buenos conocimientos sobre este vehículo de transmisión de información, seguridad, confianza y apoyo.

Escucha: Supone un tiempo para estar presente, aquí y ahora.

Contención; La energía no tiene por qué estar destinada a “sacar” a la familia del dolor, la rabia o la tristeza.

Silencio: El silencio es una herramienta de información. Puede ser duro responder a una pregunta o afirmación muy directa como: “Quiero morirme yo también”. Un silencio del profesional reafirma al paciente en esa reflexión y, en este sentido, creemos que el silencio informa. También es importante el silencio cuando el doliente se conmueve, llora o se irrita. Un silencio empático mirándole a la cara, prestándole nuestra atención.” Puedes contar conmigo”. Si no sabemos qué decir en una situación muy emotiva, es mejor que callemos.

Validación: “Si reconocemos la pérdida, después vendrá todo lo demás”.  Validar la situación de pérdida propicia duelos más sanos, porque disminuye la necesidad de la persona doliente de aislarse para “rumiar” su dolor en soledad. Es necesario reconocer las pérdidas gestacionales como pérdidas reales, aunque se hayan producido en el primer trimestre; aunque el bebé haya nacido sin vida; aunque ni siquiera haya completado la gestación. Para su madre y su padre vivió emocionalmente.

Una buena forma de validar su experiencia y autorizarles en su dolor es nombrar al bebé por su nombre, preguntar si ya lo tenían decidido o referirse a él/ella como “Tu hijo/hija”.

Información: Ante el impacto de la noticia de la muerte, con frecuencia ponemos en marcha los mecanismos cognitivos para intentar “entender” qué es lo que ha sucedido. Las madres y padres necesitarán información médica que les permita, al menos en los momentos iníciales, agarrarse a algo. Con frecuencia, no se conocen las causas exactas de la muerte o se necesita más tiempo para conocerlas.

 Aun así, podemos informar sobre los detalles, sobre las posibles causas y asegurarnos de ir complementando esta información en cuanto se pueda. Este proceso es muy valioso porque sirve para aceptar la realidad de la pérdida, despejas dudas innecesarias y posiblemente mitigue la sensación de irrealidad. Si las madres y padres perciben la muerte de su bebé como algo que se podía haber evitado, aumenta el impacto sobre su autoestima como progenitores eficaces, haciendo más doloroso aún el camino del duelo.

Entonces tenemos como claves importantes en el duelo

Respeto: Cada persona vive los procesos de duelo de formas diferentes. No hay una manera correcta ni incorrecta, por lo que es importante respetar cómo cada uno decide hacerlo.         
Permiso: Darse permiso para actuar, para sentirse y para elaborar la pérdida como se desee. Es necesario legitimar el propio dolor.         
Apoyo social: Contar con familiares y amigos que acompañen de manera adecuada a la pareja en la pérdida, sobre todo si han pasado por una experiencia parecida, es muy positivo.    
Información: Hacer todas las peguntas que surjan y contactar con diferentes profesionales puede ayudar a entender y resolver posibles dudas de lo ocurrido y en relación con los miedos ante una nueva concepción. 
Grupos de apoyo: Existen grupos especializados en el tema que pueden ofrecer aceptación, comprensión y apoyo.       
Ayuda psicológica: Es válido pedir ayuda si se necesita.

El duelo perinatal es un proceso único para cada persona, que requiere tiempo, paciencia y respeto. No hay una forma correcta o incorrecta de vivirlo, sino que cada uno debe encontrar su propio ritmo y manera de afrontarlo. Lo más importante es recordar que no estás solo o sola, y que hay esperanza y luz al final del túnel

Vázquez, N. (n.d.). Coordinación de la edición. https://www.cop.es/uploads/PDF/PAUTAS-INTERVENCION-DUELO-PERINATAL.pdf

El duelo tras la muerte de un bebé durante el embarazo o después del p. (2015). Umamanita. https://www.umamanita.es/duelo-perinatal/